LA JUSTICIA NO PUEDE VOTAR POR EL PUEBLO, EL PODER JUDICIAL NO SUSTITUYE A LAS URNAS

RIO GRANDE.- Una sentencia con fines políticos ha proscripto a Cristina Fernández de Kirchner, una candidata a quien millones de ciudadanos desean votar. Se trata de una decisión que debilita nuestra democracia y compromete la legitimidad de la Corte Suprema.
En una república, son las elecciones —y no los tribunales— las que deben ordenar la política. Cuando el Poder Judicial interfiere en el juego democrático, nos alejamos del principio de soberanía popular y nos aproximamos a un sistema donde los derechos ciudadanos son condicionados por decisiones judiciales. Esta sentencia, por su naturaleza y consecuencias, debe ser anulada. Solo así podremos preservar la esencia democrática de nuestras instituciones.